EL DIOS SEMÍTICO EL

El es una palabra semítica del noroeste, que tradicionalmente se traduce como ‘dios’, refiriéndose a la máxima deidad. Algunas veces, dependiendo del contexto, permanece sin traducción (quedando simplemente El).

En la mitología cananea, El era la deidad principal y se lo llamaba «padre de todos los dioses» (en los hallazgos arqueológicos siempre es encontrado al frente de las demás deidades).

En todo el Levante mediterráneo era denominado El o IL, siendo el dios supremo, padre de la raza humana y de todas las criaturas. Este dios todopoderoso sería igualmente el equivalente del concepto "dioses" (en hebreo Elohim) y sería el equivalente del dios sumerio Anu. En el uso semítico, El era el nombre especial o título de un dios particular que era distinguido de otros dioses como «el Dios», lo que en el sentido monoteísta sería Dios.

La raíz il corresponde a apelativos semíticos muy conocidos, como la palabra original semita para ‘dios’ es decir, el. En ciertas regiones, el apelativo il [literalmente ‘dios’] era la referencia al dios sumerio Anu. Con el mismo apelativo il [literalmente ‘dios’] se lo designaba al dios de los cereales Dagan. 

En las tablas de Ugarit, ese dios primigenio figura también como el esposo de la diosa Asera; Ishtar entre los babilonios [originalmente llamada Athirat (o Afdirad) que en la Biblia recibe el nombre de Astoret. La forma griega es Astarté (la cual es la madre de todos los dioses, la esposa celestial, la reina del cielo).

Representaciones del dios El se ha encontrado en las ruinas de la Biblioteca Real de la civilización Ebla —en el yacimiento arqueológico de Tell Mardikh (Siria), que data del 2300 a. C.—. En algún momento de la historia pudo haber sido un dios del desierto, pues un mito dice que tuvo dos esposas y que con ellas y sus hijos construyó un santuario en el desierto.


El ha sido el padre de muchos dioses —setenta en total— los más importantes fueron BaalHadad, He, YamMot, los cuales tienen atributos similares a los dioses Zeus, Poseidón o Ofión, Hades o Tánatos respectivamente, los antiguos mitógrafos griegos identificaron a El con Crono, el rey de los titanes.

Por lo general, El se representa como un toro, con o sin alas. También lo llamaban Eloáh, Eláh, que en árabe se convirtió en Allah).

El dios El preside sobre el monte G'r kvsi, que a veces se traduce como Khurshan-Zur-Kas (Kjúrshan zur kas),

Orígenes del dios El

Para los pueblos cananeos era la deidad principal, el rey, creador de todas las cosas, el juez que dictaba lo que debían hacer tanto los hombres como los dioses. Su esposa primaria fue Ashera o Asera, la madre de los dioses, representada en los santuarios cananitas con árboles ornamentados. Pero tuvo otra esposa: Anat hermana de Hadad (Baal Raman (el trueno, señor del trueno), esta última, era llamada «la amante de los dioses» (ambas eran diosas de la fertilidad).

El es el padre de la «divina familia» y presidente de la asamblea de los dioses en el Monte de la Reunión. Es llamado «toro» por su fortaleza y potencia creativa, es el «Anciano de Días», la «Roca de las Edades», está representado en una roca en Ras Shara.

En los mitos es llamado Bny Bnwt, que significa ‘creador de todas las cosas creadas’, aunque algunos lo traducen como ‘dador de potencia’. En las dos inscripciones halladas en Ras Shamra, El es retratado como un dios frío y distante, «en el flujo de los [dos] ríos», posiblemente el Edén, de donde un río fluía para formar a los ríos Tigris, Éufrates, Guijón y Pisón.

Aparte de ser llamado «el creador», también era llamado «el bondadoso», «el compasivo» (títulos que aparecen incluso en la Biblia. Sólo la adoración de esta deidad (o su nombre) nunca fue estigmatizada en la Biblia ni por los patriarcas. De hecho Abraham dio los diezmos a un sacerdote de «El, el Altísimo», llamado Melquisedec.

En Canaán el rey era nombrado «siervo de El» (similar al nombre del rey israelita David «El siervo de Dios». Esto describía el estatus de los reyes antiguos como ejecutores de la voluntad divina. Este título era visto como un privilegio y como una carga.

En los tiempos de Palestina, «los hijos de El» significaba ‘los dueños de los ganados, adoradores del dios-toro El’, y «las hijas de Adán» significaría ‘las mujeres de Adama [la tierra, el suelo]’ Adama era una diosa de la agricultura, en la Biblia simboliza a la tierra de donde Adán fue tomado. Las hijas de Adama eran notorias por sus orgías (prostitución ritual). En aquellos tiempos era común que hubiesen sacerdotisas sexuales, que sirviesen en los templos, es posible que de aquí venga la historia de Elseduciendo a dos mujeres mortales, y éstas dándole hijos semidivinos, llamados Shalem (‘perfecto’), y Shahar (‘amanecer’), que posee alas (según el salmo 139:9), y su hijo fue el ángel caído Helel (según Isaías 14:12).

Esa mitología cananea se introdujo en las creencias del pueblo de Israel. La Biblia muestra ese sincretismo en muchos pasajes, por ejemplo la concepción de Dios como presidente en la «corte de los dioses» o «la divina asamblea» (Beneel), también es para referirse a la divina familia de El, en Deuteronomio 32, empieza con Israel en sus lapsus de fe y termina con el aserto de la destrucción de sus enemigos. En Deuteronomio 32:8 se representa la primera etapa de los israelitas en su adaptación del concepto de Dios al mando de la «asamblea de dioses» de la mitología cananea, la concepción de Dios como simplemente el principal entre todos los dioses. A lo largo de la historia de Israel primero nombró a su dios Yahvé (o Jehová) como el «altísimo» entre la asamblea de «los hijos de El» (o «hijos de Israel» según la Septuaginta) aunque se disputa la fecha de este poema, más tarde (en el 900 a. C.) se hizo desparecer la corte completa de dioses y se condenó esa idea como apostasía.